Mézclate y crece, ya regaron las aguas,
atraviesan y redoblan las ansias de tus
ojos azules infinitos. No cerraré mis pestañas
porque el suelo se te pega, cada vez que andas,
lo rompes, son burbujas.
Mírate al espejo,
calla y no respondas,
duerme,
no destrozes tus reflejos,
no hables,
que truenos te aguardan.
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