Rodeado de musas y mariposas escribo cabreado.
Quiero ver Titanic y dormir con un dedo gordo metido
en la boca. Percibo que eso va a ser imposible.
Las hijas de puta revolotean como polillas alrededor
de mi cabeza y siento que son capaces de beberse
mi cerveza, y hasta deshidratar los putos floreros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario