Hace algunos años trabé íntima amistad con el universo
que nos rodea y con sus olorosos bosquecillos, cuyas hojas verdes
parecen llorar todas las mañanas y a la misma hora.
El piar de los inquietos pájaros es una música variante que he
logrado entender. Llevan alrededor de dos semanas alterados y escupiendo
canciones de amor por un pico construido de arte y poesía, mientras
los sapiens cada vez más insensibles patean irreductibles y engañados
los lugares más absurdos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario