Son cinco los días que llevo sin beber y el anhelo
de soledad permanete ha iluminado un cerebro que se
revela en la dirección contraria. La subyugadora y
penetrante elocuencia ha hecho del mutismo
un proceso que infiltra a mi corazón. Y mi alquimia interior
hace angosto el espacio que envilece mudamente los
contornos que me rodean. Y una locuaz idea y sin ánimo
de lucro (os lo juro) joderá a demasiadas personas.
¡¡ Qué les follen !!
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