jueves, 28 de julio de 2011

Duda no metódica.

Surcan sobre mares de asfalto héroes de traje, faldas de tubo,
y agujas en tacón entre estúpidos papeles, gafas de pasta
y antipático hormigón. El circo ya se montó y entre daditivas
nóminas mi cuerpo se desgastó. ¿Cómo no?

Si algo parece mierda, huele a mierda, y sabe a mierda,
tiene que ser mierda.

La duda me invade con sabia seriedad para que mis pestañas
permanezcan fijas, y los ojos transformados en platos se
preguntan: ¿Eres acaso un juguete? No tengo el don de la
obediencia, y empiezo a sentir entre pianos que el vaso de
la vida se derrama, y entre arpegios descubro que mi mente
ha invertido el campo magnético.

No hay que pensar lo que dices, sino decir lo que piensas,
No hay que perseguir un sueño, sino soñar que te persiguen,
No hay que drogarse, hay que drogarse,
No hay que excederse en los abusos, sino abusar de los excesos,
No hay que festejar nocheviejas, sino envejecer en noches de fiesta,
No hay que defender a la causa, sino causar que te defiendan,
No hay que ser el mejor, sino mejorar lo que eres.

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