Vencedores y vencidos sostienen la ternura de la tarde,
y la banda sonora de un arcodeón parece verterse entre almas,
para encender una oscuridad que dialoga a base de gestos con
la proximidad de una luna que se prevee eterna,
ya que en el territorio de lo sagrado los viernes son santos,
especialmente para mis no menos santos cojones.
Siguen girando las aspas de un ventilador que llegará al Otoño,
entre hojas carentes de clorofila, exhaustas de penas recogidas
durante un año que les minó la alegría y que junto al viento repartieron.
La música viaja entre peces que navegan sin escamas para no
diezmar la ilusión de un niño con la barriga inflada de cerveza.
Son pocas las alegrías que reparto y muchas las que me quedo,
porque el infierno es para dummies, porque si tuviera voz cantaría
por soleares, porque siento descargas, porque me recorren glóbulos
inquebrantables que no se conforman con estar vivos y cuya diversión
es liarla parda. Tal vez tengan razón. Me los imagino como emoticones
con cara de traviesos sonrientes y mirando el reloj impacientes
esperando que su hora llegue, como si fueran critters.
Pero los domino y conozco. Esta noche se tendrán que conformar
con unos simples, abundantes y llanos pajotes.
viernes, 16 de septiembre de 2011
sábado, 10 de septiembre de 2011
Esta tarde
Y se oscurecen los ojos ocultados por unas
pestañas que daban la sensación de ser abanicos,
mientras la brisa despeinaba las canas de un
señor que jamás dió palabra.
La tarde parecía suspenderse en el tiempo,
junto a las mozas que con sus andares hacían
grietas en el asfalto necesitado de coches.
Juanjo inclinó la cabeza hacia arriba para observar
un cielo pintado de rojo, amarillo y azul. Sólo faltaban
bailarinas entre volcanes para que el click del reloj
permaneciera parado. Y la paz se hizo eco junto
al sonido del viento que no trasnochó y estaba limpio.
Los cuerpos navegaban como delfines entre niños
que pataleaban balones de cuero.
Esa noche sería violeta fosforita.
pestañas que daban la sensación de ser abanicos,
mientras la brisa despeinaba las canas de un
señor que jamás dió palabra.
La tarde parecía suspenderse en el tiempo,
junto a las mozas que con sus andares hacían
grietas en el asfalto necesitado de coches.
Juanjo inclinó la cabeza hacia arriba para observar
un cielo pintado de rojo, amarillo y azul. Sólo faltaban
bailarinas entre volcanes para que el click del reloj
permaneciera parado. Y la paz se hizo eco junto
al sonido del viento que no trasnochó y estaba limpio.
Los cuerpos navegaban como delfines entre niños
que pataleaban balones de cuero.
Esa noche sería violeta fosforita.
Escena número 1
La mañana impoluta dibujaba entre árboles la luz
que parecía atrevesar las ventanas sin permiso.
Los pájaros ya piaban mientras un despertador inerte
destrozó los sueños de un niño que parecía haber crecido.
Tardó cinco minutos su organismo en hacerse eco de
la realidad, mientras el incordiante pitido parecía estar chillando.
Ese día no apagó el aparato, lo estampó contra un pared
vestida de amarillo y humo. Sabía que nunca jamás sonaría.
El espejo que descifraba suciedades no limpiadas,
cambió la expresión (el pomo gira hacia la derecha)-
Hoy era el "día". Su corazón impulsado por las ganas,
estaba ya muerto.
que parecía atrevesar las ventanas sin permiso.
Los pájaros ya piaban mientras un despertador inerte
destrozó los sueños de un niño que parecía haber crecido.
Tardó cinco minutos su organismo en hacerse eco de
la realidad, mientras el incordiante pitido parecía estar chillando.
Ese día no apagó el aparato, lo estampó contra un pared
vestida de amarillo y humo. Sabía que nunca jamás sonaría.
El espejo que descifraba suciedades no limpiadas,
cambió la expresión (el pomo gira hacia la derecha)-
Hoy era el "día". Su corazón impulsado por las ganas,
estaba ya muerto.
jueves, 8 de septiembre de 2011
Maullido número 6
¿ Y si el cielo repartiera sus hechuras
entre algodones que sollozan como un niño ?
¿ Y si los sueños entreabrieran las ventanas
del espacio inmenso e infinito ?
¿ Y si patalearan las mentiras en su escondite
para ser cazadas por un mimo ?
¿ Y si se abrieran los mudos para cantar por
soleares entre estrellas y villancicos ?
¿ Y si desaparecieran las monedas que bajo
tierra ocultan a los ricos ?
¿ Y si la constitución de un libro vomitara
entre páginas los secretos escondidos?
¿ Y si los corazones fueran imanes calculados
dos a dos por ingenieros que bebieron vino ?
¿ Y si el conjunto de las partes formaran un
puzzle que nunca fue visto ?
¿ Y si la necesidad es un invento que se contagia
para no desacelerar lo ya escrito ?
¿ Y si los sentidos son el cisma de uno solo,
tras un impacto, tras un castigo ?
¿ Y si la vida se conjugara en la tercera persona
del plural del indicativo ?
¿ Y si su pronombre viajara entre letras y
eclipsado por raíces ahogadas bajo el río ?
¿ Y si amara a mis lágrimas por acariciar
un rostro que se despierta siempre dormido ?
¿ Y si la soledad fuera una droga, una cátedra,
una visión transparente de un chillido ?
¿ Y si las perlas murmuraran para encadenar
canciones escritas por trovadores vespertinos ?
¿ Y si el diálogo de los árboles fuera un suceso
hermoso y jamás escuchado ni exprimido ?
¿ Y si la historia fue tímida y olvidó entre sus
mares el llanto de pecadores libertinos ?
¿ Y si el orgasmo emulsionara la vida y
la muerte para conjurar tu destino ?
¿ Y si los labios rojizos de fresa escupieran
engaños rodeados de jardines falsos y prohibidos ?
¿ Y si el cariño entre esbozos retocaran
los cuajos del gozo de quitarte el vestido ?
¿ Y si el permiso de verte es un lujo,
un manjar, un lugar clandestino ?
¿ Y si entre patas se abren los chochos,
que jamás comeré y que nunca he comido ?
¿ Y si el hambre se escapa entre faldas,
y mi alma cansada burbujea sin camino ?
¿ Y si las frutas carecieran del color dibujado
por pintores que visitaron jaulas de trigo ?
¿ Y si las musas fueran redobles extremeños,
que torean con muletas manchadas de gazpachinos ?
¿ Y si se abrazaran las baladas alumbradas
por farolas de charol junto a amores peregrinos ?
¿ Y si el silencio escupiera los ecos que simulan
recuerdos inhalados entre voces y gritos ?
¿ Y si me callo ?
entre algodones que sollozan como un niño ?
¿ Y si los sueños entreabrieran las ventanas
del espacio inmenso e infinito ?
¿ Y si patalearan las mentiras en su escondite
para ser cazadas por un mimo ?
¿ Y si se abrieran los mudos para cantar por
soleares entre estrellas y villancicos ?
¿ Y si desaparecieran las monedas que bajo
tierra ocultan a los ricos ?
¿ Y si la constitución de un libro vomitara
entre páginas los secretos escondidos?
¿ Y si los corazones fueran imanes calculados
dos a dos por ingenieros que bebieron vino ?
¿ Y si el conjunto de las partes formaran un
puzzle que nunca fue visto ?
¿ Y si la necesidad es un invento que se contagia
para no desacelerar lo ya escrito ?
¿ Y si los sentidos son el cisma de uno solo,
tras un impacto, tras un castigo ?
¿ Y si la vida se conjugara en la tercera persona
del plural del indicativo ?
¿ Y si su pronombre viajara entre letras y
eclipsado por raíces ahogadas bajo el río ?
¿ Y si amara a mis lágrimas por acariciar
un rostro que se despierta siempre dormido ?
¿ Y si la soledad fuera una droga, una cátedra,
una visión transparente de un chillido ?
¿ Y si las perlas murmuraran para encadenar
canciones escritas por trovadores vespertinos ?
¿ Y si el diálogo de los árboles fuera un suceso
hermoso y jamás escuchado ni exprimido ?
¿ Y si la historia fue tímida y olvidó entre sus
mares el llanto de pecadores libertinos ?
¿ Y si el orgasmo emulsionara la vida y
la muerte para conjurar tu destino ?
¿ Y si los labios rojizos de fresa escupieran
engaños rodeados de jardines falsos y prohibidos ?
¿ Y si el cariño entre esbozos retocaran
los cuajos del gozo de quitarte el vestido ?
¿ Y si el permiso de verte es un lujo,
un manjar, un lugar clandestino ?
¿ Y si entre patas se abren los chochos,
que jamás comeré y que nunca he comido ?
¿ Y si el hambre se escapa entre faldas,
y mi alma cansada burbujea sin camino ?
¿ Y si las frutas carecieran del color dibujado
por pintores que visitaron jaulas de trigo ?
¿ Y si las musas fueran redobles extremeños,
que torean con muletas manchadas de gazpachinos ?
¿ Y si se abrazaran las baladas alumbradas
por farolas de charol junto a amores peregrinos ?
¿ Y si el silencio escupiera los ecos que simulan
recuerdos inhalados entre voces y gritos ?
¿ Y si me callo ?
sábado, 3 de septiembre de 2011
Ladrido número tres
Ya se rompen los bastiones que rodean mis entrañas,
porque oscura está la noche, porque el mundo al fin se calla.
Lagrimean las estrellas envueltas entre sábanas,
junto al tiempo que perece entre pitos y entre flautas.
Sólo lucen tus mejillas que de mi memoria ya no escapan,
que son dos magdalenas cristalinas y admiradas por las hadas,
y se eclipsan entre diámentros eternos los cansados ojos,
que brillaron junto al Sol asesinado de un mordisco bajo escarchas.
No habrá cielo libertino, sino cárceles rizadas,
el azar vomitará entre arcadas los minutos que te esperan,
para pender de maromas convertidas en heridas y entre ramas,
hasta desaparecer, absorbido por escarpias.
Y a pesar de que nade entre cataratas de sangre,
las pasiones se agotan, las fuerzas flaquean, y las penas se clavan.
No serán mi carne ni mis ganas las que se esfumen,
sino la vida que se consume y que pierde la esperanza.
porque oscura está la noche, porque el mundo al fin se calla.
Lagrimean las estrellas envueltas entre sábanas,
junto al tiempo que perece entre pitos y entre flautas.
Sólo lucen tus mejillas que de mi memoria ya no escapan,
que son dos magdalenas cristalinas y admiradas por las hadas,
y se eclipsan entre diámentros eternos los cansados ojos,
que brillaron junto al Sol asesinado de un mordisco bajo escarchas.
No habrá cielo libertino, sino cárceles rizadas,
el azar vomitará entre arcadas los minutos que te esperan,
para pender de maromas convertidas en heridas y entre ramas,
hasta desaparecer, absorbido por escarpias.
Y a pesar de que nade entre cataratas de sangre,
las pasiones se agotan, las fuerzas flaquean, y las penas se clavan.
No serán mi carne ni mis ganas las que se esfumen,
sino la vida que se consume y que pierde la esperanza.
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