El dia comienza a sacar las sábanas de mármol para hacer una cama cada
vez más esquiva. Y mientras, la luna se dispone a sacar sus armas,
sin ton ni son ni armonía.
El crisol nocturno se divide en pedazos y el ruedo ilimunado por silenciosas
farolas invita a torear a los valientes.
Permaneceré callado y atento, como cazador que persigue a su presa.
Y no seré honesto ni sincero, sino rapaz y directo.
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